El Clásico (25-10-14)

El mar blanco

Una de las imágenes más impactantes de El Clásico fue el recibimiento que tuvieron los merengues por su afición, en la entrada del mítico Santiago Bernabéu. Era un mar blanco lleno de aliento y esperanza madridista, de cara al partido más esperado por jugadores, hinchas, periodistas y amantes del buen fútbol.

Y su equipo les respondió en la cancha ganándole a su eterno rival, el Barcelona, por tres goles contra uno, demostrando que es el equipo más contundente y rápido a la hora de ser ofensivos y aprovechar los espacios generados en el terreno de juego.

Ahora bien, el primer gol del Barça fue un gol de camerino. A los 3 minutos del primer tiempo Neymar aprovechó una pelota cruzada de Suárez, quien sólo aportó eso durante los minutos que jugó, regateó a Carvajal y aprovechó el espacio regalado por Pepe para enmudecer al Bernabéu. Hasta ese momento se pensaba que el Barcelona iba a ser ese equipo apabullante pero el Real Madrid reaccionó e impuso presión y velocidad para luchar por el empate y la victoria.

Después de varias llegadas de Marcelo, remates de Cristiano Ronaldo y dos palos de Benzema, Piqué cometió uno de los penales más absurdos que se han visto en este partido. El central culé le dio la oportunidad de reacción inmediata al Madrid y Cristiano Ronaldo terminó con el récord del imbatido Bravo.

La película del segundo tiempo sólo tuvo libreto blanco. Pepe marcó su primer gol en un Clásico y después tras una corrida del magnífico Isco, se generó una jugada en donde terminó con pase gol de James y definición cruzada de Benzema para poner el marcador con doble diferencia. Así mismo, otra clave de la victoria merengue fueron las tres intervenciones de Iker Casillas, tras remates de Messi y Mathieu, y el trabajo defensivo realizado por Isco y James.

 

Ancelotti ganó la pulsada de este Clásico y Luís Enrique se va preocupado por el funcionamiento de su equipo porque no estuvieron ni física ni mentalmente a punto para enfrentar a un aguerrido Real Madrid . Fue victoria madridista, el mar blanco se agigantó y movió sus aguas en una ola de aplausos, sonrisas y fútbol demoledor que hundieron el barco blaugrana que quiso navegar siempre por el estrecho de Marcelo y Carvajal.

 

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